70 años de amor

Por Nicole Vergara - Javier Bertossi - Catalina Brunetti

Cumplir 70 años de casados es algo que muy pocos tienen el derecho de contar. Entre ellos encontramos al matrimonio Pimienta Pavez, compuesto por don Francisco (87 años) y doña Violeta (85), que desde que decidieran unir sus vidas en 1937 han reunido miles de historias y nada menos que 103 descendientes, entre hijos, nietos –uno de ellos es el humorista Pato Pimienta, del exitoso programa El Club de la Comedia de Chilevisión-, bisnietos y tataranietos. La particularidad de su aniversario no ha pasado desapercibida, y es por eso que medios como la revista comunal El Ñuñoíno y el programa de TVN Rojo Fama Contra Fama los han entrevistado para saber más de su experiencia. Los Pimienta Pavez nos recibieron en su hogar de la población Rosita Renard:

- Hemos tenido sus disgustos, momentáneos. Así espontáneos, como les dicen. No como la juventud de ahora que llegan y se separan- cuenta don Francisco, que nos explica que como toda relación la suya no ha estado exenta de problemas, aunque junto a su esposa han sabido superarlos.

- ¿Cómo se conocieron?

- Yo me enamoré de ella cuando la iba a ver bailar en el colegio, con la hermana. Bailaba charleston. Era bonito como bailaban. Nos casamos cuando yo tenía 17 años y ella 15.

Pero no sólo del septuagésimo aniversario de boda fue lo que conversamos con estos abuelitos ilustres. Nos contaron que llevan cerca de medio siglo viviendo en la población Rosita Renard y que una de las cosas que admiran de ella es la calidad de su gente:

- No es por pelar a las otras poblaciones, pero el contacto que aquí uno tiene con la gente, con los vecinos… es un pan de Dios. Ahora está de moda eso de que les peguen a las señoras. Aquí no es habitual que pase eso.

- ¿De qué forma se ha relacionado con sus vecinos? ¿Ha participado de alguna forma en la población?

- Claro. Fui el primer presidente de la junta de vecinos de esos años. Además yo era bien deportivo, alma de deporte. Incluso en el ’45 estuve en el Audax Italiano. En 1951 me saqué el primer premio en la Radio Corporación.

- Don Francisco, ¿qué cambiaría usted de la Rosita Renard?

- A estas alturas ya no cambiaria nada. Quizás hacerle segundo piso pa’ poder mirar mejor (ríe).
Son las palabras y la risa de un hombre que, como pocos, puede hablar desde la voz de la experiencia.


No hay comentarios: